Machos y fachas
Enciclopedia exprés para identificarlos y contribuir a la extinción de la especie.
Querida amiga:
Cada vez que una ventana bate sus persianas en el Elías Ahuja, una chica se replantea su heterosexualidad en algún lugar de España. El efecto mariposa del machismo más primitivo nos regala cada día nuevas conversiones que celebrar en esta nuestra acera. Nada como un alarido neandertal para ampliar la lista de potenciales candidatas en Tinder.
El vídeo del colegio mayor nos ha servido para comprobar asombradas que Pablo Casado sí ha ido a la Universidad, que basta con desplazarse a CIU para rodar una versión española de La Purga con actores no profesionales, y que la razón por la que no follamos como conejas no tiene nada que ver con el terrorismo capitalista que nos subyuga; es que no nos vamos de capea.
La brillante estrategia para pasar el bochornoso episodio ha sido abrir una investigación en la Fiscalía y expulsar a alumnos del colegio mayor; una de las pocas instituciones de control ya existentes que podían aprovecharse como redil para la reinserción de manadas. Ahora que están sueltos y buscando compi de piso por Madrid, me siento mucho más tranquila.
Dice Cristina Morales en Lectura fácil que macho y facha son sinónimos. La diferencia es que uno y otro han seguido caminos opuestos: el macho, antes sacaba pecho, y ahora lo esconde en pos de una masculinidad deconstruida; el facha, antes se escondía y, a medida que deconstruimos el término, ha acabado sacando pecho el 12 de octubre con un vídeo a medio camino entre un collage emo de Blink-182 montado con fotos de Getty Images y una campaña de internacionalización de empresas del Gobierno del PP. Pensábamos que estábamos rodeadas de aliades, y resulta que todavía queda semen de fuerza.
Sin más dilación, te presento la ración de tazos de esta semana. Todo lo que necesitas saber para sobrevivir a un finde de fracasos:
Réquiem por La Tropi.
Esta semana nos hemos levantado con una fatídica noticia: La Tropi ha cerrado sus puertas hasta nuevo aviso. Perrear hasta el piso con un bocata en una mano y un piti en la otra dejará de ser un tangible y quedará relegado a la temporada de verbenas.
Se desconocen los motivos de la clausura, pero teniendo en cuenta que aquella piscina era la clamidia hecha infraestructura, me temo que mucho han tardado.
La buena noticia es que hay nueva ubi. La mala, que es en la Sala Pirandello. El encanto de La Tropi residía precisamente en no tener nada que ver con la noche madrileña. En la Pirandello habrá que tener cuidado de no tropezar con algún biberón olvidado de la sesión Cuenca Club.
En Too match estamos organizando un comité de expedición con experiencia en barranquismo para medir a qué distancia está el nuevo suelo al que habrá que bajar. Por lo pronto, si tienes mono de perreo y flow 2000, puedes probar suerte hoy en el estreno del Britni Club. Seguiremos informando.
El celtíbero español.
No se nace machista o facha; se llega a serlo, y nuestro querido Pablo Casado aprendió en la pomada. Cuando todavía contaba 19 primaveras y levantaba persianas en lugar de sospechas de corrupción, Pablito compuso una pieza de etología sobre el espécimen Ahuja. A su lado, Alfredo Landa parece Gustavo Adolfo Bécquer. Aquí va un extracto:
“Al entrar a formar parte de la manada, comienzan a aflorar en él instintos de voraz carnívoro para con toda clase de hembras en periodo fértil. Así se ha convertido en un feroz e infatigable cazador de carne fresca… entre sus presas más codiciadas se encuentran, como es obvio, las lobas. Aunque, si existe carestía de estas, recurre de buen grado a otras especies animales como cerdas, zorras, gallinas o cualquier especie de ave que le ponga los huevos”.
La peli.
Para contrarrestar tanta testosterona caducada he tenido que sacar la artillería pesada. Promising young woman, de Emerald Fennel tiene todo lo que necesitas en una película: altas dosis de humor negro e inteligencia sin pretensiones, venganza y amor en su justa medida.
¿Es posible reír a carcajada limpia con una película sobre la cultura de la violación? Mis dieses, Emerald.
La canción.
Más allá de los martellé al violín de Toxic que nos regala la BSO de Promising young woman, si esta película fuera una canción, sería gaucha, sonaría a neo reggaeton cumbiero y estaría compuesta por Chocolate remix:
El manifiesto.
Dice Alejandra Pizarnik que “la lucidez es un don y un castigo”, que tiene implícitos el bien y el mal, todo junto. La ración de esta semana termina con un texto lúcido y lunático: el Manifiesto SCUM, un acrónimo que significa, literalmente, Society to Cut Up Men (Organización para el Exterminio del Hombre).
El texto lo escribió a finales de los 60 Valerie Solanas, más conocida como “la mujer que disparó a Andy Warhol”, y no tiene desperdicio. Fue utilizado como material activista por el colectivo feminista Las insumusas, y publicado por la misma editorial que lanzó la primera edición de Lolita, de Nabokov.
Hace unos días, le leí a mis amigas un fragmento de SCUM. El texto comienza con una réplica a la teoría de la envidia de falo escrita por Freud (quien, que yo sepa, no pasó a la historia como un viejo verde y majara).
“Yo pensaba que sería algo aburrido, pero el Manifiesto es divertido, aterrador, oscuro, extraño, antipedagógico, una sátira política en la que describe a los hombres en los mismos términos en los que han sido descritas tantas veces las mujeres, como seres humanos incompletos”, dice la autora Sara Stridsberg, que escribió una novela sobre Solanas, en este artículo de El País.
Lo que sigue es una barbaridad absoluta, una locura en clave punk, pero absolutamente lúcido. Mis amigas y yo coincidimos en que, detrás de lo que parece el delirio de una lunática, se esconde un artefacto satírico que denuncia la infinidad de clichés que las mujeres venimos soportando desde que nos dio por comernos una manzana en el jardín del Edén. O puede que Solanas fuera simplemente una loca del coño.
Puedes leer el Manifiesto SCUM aquí (no me hago cargo de lo que pueda pasar).